¡¡Muy feliz Navidad, perdón
si no te envío mensaje de texto o no te respondo Faceboock; te comparto mi
homilía de esta Celebración, oramos uno por el otro!!!! P. José Luis Carvajal
NATIVIDAD DEL SEÑOR
Dios
se hace hombre, se hace Niño, para salvarnos de la fealdad del pecado; y, de
este modo, nos enseña: la pequeñez, la pobreza, la humildad…
¡Qué
hermoso, qué bello es tener fe y creer que Dios se hace presente y nos habla
cotidianamente, continuamente. Y nos acaricia, y está en medio de nuestros
problemas y alegrías sociales, eclesiales, familiares… ¡Él todo quiero
compartirlo con nosotros: lo bueno y lo malo, por eso es el “Emmanuel”: el Dios
con nosotros!..
Ojalá
que estos días de festejo de Navidad, del Nacimiento de Dios hecho Niño,
podamos preguntarnos, en primera persona:
¿Vivo con la conciencia de
que “no hay nada imposible para Dios”, como le dijo el Ángel a María?...
¿Qué me invita a continuar
la Navidad: en qué debo permanecer y crecer, junto a Jesús, que vive a mi lado:
en el amor a mi familia, en el empeño en mi estudio o en mi trabajo, o en cuidar
un ser querido enfermo; en qué debo seguir creciendo, perseverando, confiando?...
¿Qué debe continuar madurando en mí?...
Por el contrario: ¿qué
cambios debe producir en mí, el Nacimiento de Jesús: ser más paciente, más
tolerante, más dialogador, más sereno, más mesurado?... ¿Qué costumbres o
hábitos buenos debo empezar a cultivar, debo intentar caminar: la lectura
bíblica diaria, la vida de los santos, la meditación, las obras de caridad?...
Y, además, estoy llamado a vivir con más sencillez, más modestia, más ternura…
¿Qué medios, qué instrumentos
pondré para que Dios nazca, hoy, en mi corazón, en mi familia, en mi comunidad,
en mis ambientes; y, así, ser más respetuoso, o más alegre, o compartiré más
momentos con los míos?...
¡Pidamos
a Jesús, a María y a José que nos enseñen esa entrega absoluta, total, a Dios
Padre y a sus planes, que siempre pasan por el servicio a nuestros hermanos: “aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad”
(Hebreos 10) !.. Que así sea con
la gracia de Dios…
Niño y Señor…
Delante de Ti, Niño Jesús,
Quedó mi alma enamorada,
extasiada,
Porque la cautivó tu Amor
de Luz,
Porque me envolvió y
conmovió tu Mirada…
Yo vengo a Ti, Niño y
Señor,
Con toda la carga de mi
nada;
Pero mi simple corazón,
Tú lo conviertes en Morada…
…En Morada donde habitan
juntos,
Tu Amor total y mi
nostalgia;
Tu Evangelio y mi
esperanza;
Tus Respuestas y mis
quejas sublevadas…
…¡Pero no me humillas,
Niño Dios,
Sólo me miras, me sonríes,
me amas,
Y, esto, vale más que mil
palabras!..
..¡Porque eres Niño y
Señor,
Y, otra vez, me salvas
De toda angustia humana;
Y mi alma queda: serena,
alegre, desposada y sosegada..!
Presbítero
José Luis Carvajal
carvajalibelli@yahoo.com.ar